Biografía de Maria Aurèlia Capmany
Maria Aurèlia Capmany nació en Barcelona el día 3 de agosto de 1918, en la Rambla de les Flors. Era hija del folklorista Aureli Capmany y de Maria Farnés, y nieta del periodista y político Sebastià Farnés.
Se inició académicamente en la Escola de Dona Mercè Climent, la Escuela Montessori (1920-1926) y en el Instituto Feminal, para pasar después al Instituto-Escuela dependiente de la Generalitat de Catalunya, que representaba la vanguardia educativa de la época y seguía las directrices de la Escuela Libre de Enseñanza.
En el Instituto-Escuela inició también sus actividades literarias, concretamente cuando participó en un concurso de cuentos animada por su profesor Ramon Ezquerra. Siguiendo la idea de su padre, según el cual todo el mundo debía conocer un oficio, durante estos años aprendió a grabar el vidrio en la Escuela Massana paralelamente a sus estudios.
En 1937 ingresó en la Universidad Autónoma, pero solo pudo completar el curso 1937-38. Al término de la Guerra Civil le anularon los estudios realizados, de manera que tuvo que pasar una reválida del bachillerato. A pesar de todo, consiguió realizar los dos cursos de comunes en uno solo, lo que le permitió matricularse en 1940 en la rama de Filosofía pagando los estudios universitarios gracias a su trabajo como grabadora de cristales. En 1942 realizó los exámenes de licenciatura. Como ayudante del Dr. Font i Puig se preparó para el doctorado, profundizando en el estudio de la VI Eneida de Plotino. Sin embargo, después de tres años como ayudante de cátedra abandonó el mundo universitario (1945). A continuación, impartió clases de filosofía en diferentes colegios y academias particulares, hasta que la contrataron en el Instituto Albéniz de Badalona, del que fue nombrada directora en 1951.
Durante su estancia en Badalona, compaginó esta docencia con las clases en la escuela Isabel de Villena de Barcelona, que funcionaba desde 1939 con un equipo de profesores procedentes del Instituto-Escuela. En la escuela Isabel de Villena, además de las clases de filosofía, ejercía de animadora: enseñaba las danzas populares aprendidas de su padre y a menudo dirigió representaciones teatrales escolares, para las que escribió uno de sus primeros textos dramáticos.
En el curso 1952-53 se marchó a París con una beca del Instituto de Francia para cursar estudios en la Universidad de Sorbona, donde asistió a las clases de Merleau-Ponty y de Marcel Bataillon.
Mientras estaba en la escuela Isabel de Villena fundó, con Ricard Salvat, la Escuela de Arte Dramático Adrià Gual, entidad establecida en la Cúpula del Coliseum como sección del Fomento de las Artes Decorativas, en estrecha relación con el Museo de Arte Contemporáneo que había creado Alexandre Cirici. Por esta escuela, a lo largo de sus años de existencia, entre 1960 y 1970, pasaron todas las personalidades relacionadas con el mundo del teatro; en ella, Maria Aurèlia fue actriz y directora de escena, además de escritora y adaptadora. En 1967 abandonó de manera definitiva el mundo de la enseñanza para dedicarse plenamente a las actividades literarias.
Actividades literarias
En 1947 escribió Necessitem morir, novela que ella misma calificó como gótica y psicológica y que quedó finalista en el premio Joanot Martorell de 1948; fue reeditada en 1953. En 1948 escribió El cel no és transparent, con la que obtuvo el premio Joanot Martorell de 1949. No se la publicaron hasta 1963, después de reducirla a la mitad y de cambiarle el título por La pluja als vidres.
En 1954 publicó L'altra ciutat, a la que siguieron Mme. Adà y de Estranys presoners d'Arenys a Sinera (Barcelona: Selecta, 1955). Incluye una novela, cuentos y una tercera narración en la que habla de su encuentro literario con Salvador Espriu.
Tana o la felicitat (1956) es la primera de las tres novelas breves que Maria Aurèlia Capmany publicó entre 1956 y 1959. Las otras dos fueron Ara (Barcelona: Albertí, 1958) y Traduït de l'americà (Barcelona: Albertí, 1959), que fue reeditada con ampliaciones en 1980 con el título de Ves-te'n ianqui! Por esos años se publicó también Betúlia, que algunos críticos consideran la primera novela importante de Maria Aurèlia y que representa la adopción de una idea novelística que se reflejará, igualmente, en El gust de la pols (1962), en Un lloc entre els morts (1967) y en Feliçment, jo sóc una dona (1960).
De finales de los cincuenta es también el libro Com una mà (1958), que reúne ocho cuentos, algunos de los cuales son ejercicios literarios al modo de sus autores predilectos. Más tarde aparecieron recopilados, junto con otros, en el volumen Coses i noses (1980), que contiene la mayor parte de la producción corta de Maria Aurèlia Capmany.
En 1970 se edita Pedra de toc, I (Barcelona: Nova Terra, 1970, con segunda edición en 1975), publica, con Carmen Alcalde, El feminismo ibérico (Oikos-Tau, 1970) y su novena novela: Vitrines d'Amsterdam (Barcelona: Club Editor, 1970).
En la Escuela de Arte Dramático Adrià Gual se pusieron en escena, durante los años sesenta, algunas de sus obras, como El desert dels dies (1960) y Vent de garbí i una mica de por (1965). Escribió, en colaboración con Xavier Romeu, una pieza política, Preguntes i respostes sobre la vida i la mort de Francesc Layret, advocat dels obrers de Catalunya, que se estrenó clandestinamente en 1970. En esos años introdujo en Cataluña el teatro de cabaret de intención crítica, con una serie de piezas escritas expresamente para ser representadas en el local barcelonés La Cova del Drac, como Dones, flors i pitança (1968) y La cultura de la Coca-Cola (1969), entre otras, algunas de ellas en colaboración con Jaume Vidal Alcover. Escribió, también, con la intención de divulgar los clásicos, una versión teatral de Tirant lo Blanc, que se estrenó en Valencia en 1971. Ese mismo año, el Grupo de Estudios Teatrales de Horta representó su obra más importante, el drama histórico L'ombra de l'escorpí.
Tras estos años de intensa actividad, su presencia en los escenarios fue cada vez menor hasta 1980, cuando estrenó la versión teatral de Un lloc entre els morts; en 1981 lo hizo la adaptación de una pieza de Goldoni, La viuda trapella, y en 1982, Món, dimoni i carn, sobre la figura de Anselm Turmeda.
A principios de los años setenta, Maria Aurèlia Capmany publicó Quim/Quima (1971) y el Jaqué de la democràcia (1972), inspirada en la novela negra americana. Después de un silencio de diez años como novelista, Maria Aurèlia Capmany volvió al género con El color més blau (1982).
La personalidad de Maria Aurèlia Capmany, asimismo, se manifiesta en su presencia pública en la prensa, la radio, la televisión y actos públicos de diversas características, desde la Universidad Catalana d'Estiu hasta conferencias, cursos de divulgación cultural o mítines políticos. Cabe destacar su continuada colaboración en la prensa, desde el Noticiario Universal hasta el Avui, y también en Serra d'Or, donde mantuvo durante años la columna "Dia rere dia", así como su labor en la radio con Història de Catalunya (1977-1978), con cuarenta y cinco capítulos y diferentes guiones de televisión (Jaume I, Teresa que baixava les escales -sobre la obra homónima de Salvador Espriu-), y realizó el guion para la televisión La nina (sobre Casa de nines, de E. Ibsen). Entre 1978 y 1979 dirigió la edición del espacio televisivo Cita a mitja tarda. En octubre de 1979 se llevó a la televisión su guion Aquesta nit no vindrem a sopar y, en diciembre, La nit catalana. En esas fechas comenzó a salir al mercado la edición en casete de su historia de Cataluña radiofónica con el título Temps passat, notícia d'avui.
En 1979 Maria Aurèlia fue premiada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia por su labor de difusión de la literatura italiana, gracias a sus traducciones. También ocupó la presidencia del PEN Club catalán, desde 1979 a 1983.
Su último libro se editó en 1990 con el título de Quins diables de Catalunya. Ese mismo año escribió el guion del largometraje que sobre Tirant lo Blanc iba a dirigir el cineasta Josep Maria Forn para conmemorar el 500 aniversario de la primera edición de la obra de Joanot Martorell.
Se interesó por la polémica literaria y cultural, así como por la divulgación de la historia catalana, la cultura y el cancionero popular, por temas de actualidad (como los debates surgidos a raíz del Mayo del 68, en La joventut és una nova clase?, 1969) y, especialmente, por el movimiento feminista y la situación social de la mujer, aspectos a los que dedicó una parte importante de su obra de ensayo: La dona a Catalunya (1966); El feminismo ibérico (1968), en colaboración con Carmen Alcalde; Cartes impertinents de dona a dona (1970); El feminisme a Catalunya (1973), entre otros. Con estos y otros textos publicó el volumen La dona (1975), con el que inició una colección de obras selectas e inéditas que quedó interrumpida. Con ilustraciones de Tísner, aún publicó en clave de humor Dona, doneta, donota (1979).
Recogió también algunos de sus artículos periodísticos en Dia sí, dia no (1968) y Cada cosa en el seu temps i lectura cada dia (1976). Finalmente, hay que destacar sus ensayos literarios, desde la participación en el volumen colectivo Cita de narradors (1958) hasta sus estudios biográfico-científicos de Salvador Espriu, Artís-Gener, Víctor Català y Simone de Beauvoir, entre otros. Escribió, asimismo, con intención autobiográfica y documental e incorporando comentarios sobre el ambiente cultural y sus propias posiciones políticas, los libros Pedra de toc I (1970), Pedra de toc II (1972) y Dietari de prudències (1982).
A este conjunto de actividades hay que sumar, además, su labor como traductora, sobre todo de aquellos autores de lengua italiana o francesa que se podrían considerar más o menos afines literariamente a ella, como Italo Calvino, Elio Vittori, Vasco Pratolini, Marguerite Duras, Carlo Cassola...
Maria Aurèlia Capmany fue una gran impulsora de la novela, de manera que incluso llegó a dirigir, desde 1973, la colección J. M. (iniciales de Joanot Martorell), en la que combinó la publicación de traducciones (desde Balzac a Virginia Woolf) con la edición de autores catalanes (Pedrolo, Vidal Alcover, Riera Llorca, etc.) y la recuperación de algunos de los llamados "clásicos" (Genís i Aguilar o Joan Puig i Ferreter).
Su actitud intervencionista la llevó a participar directamente en la política dentro del Partit Socialista de Catalunya, en el que ingresó en 1976; con esta formación acudió a las elecciones municipales por Barcelona en mayo de 1983, y resultó elegida. Entre 1983 y 1991 fue concejala del Ayuntamiento de Barcelona, donde se hizo cargo de las áreas de Cultura y Publicaciones. También fue miembro de la Diputación de Barcelona.
Murió a los 73 años de edad en Barcelona, debido al cáncer que padecía. La capilla ardiente se instaló en el Salón de la Reina Regente del Ayuntamiento de esta ciudad.